Skip to content Skip to footer

¿Qué es la separación matrimonial y cómo se tramita?

Cuando una pareja decide poner fin a la convivencia, pero no se plantea el fin del matrimonio, existe una segunda alternativa a considerar. Esta opción es la separación matrimonial, aquí explicamos en qué consiste y cuál es su efecto en la relación conyugal.

Qué es la separación matrimonial

La separación matrimonial es una situación jurídica que cesa la obligación de convivencia entre los cónyuges, pero no disuelve el vínculo.

A partir del momento de la separación se liquida el régimen económico matrimonial, se decide la custodia de los hijos y se pierden los derechos de sucesión de bienes. Los cónyuges tampoco podrán vivir juntos. Sin embargo, el vínculo matrimonial sigue existiendo.

Diferencias entre separación y divorcio

Hay que dejar claro que la separación no es un divorcio. En el divorcio, el vínculo matrimonial se extingue, mientras que en la separación se mantiene aunque cesen las obligaciones entre los cónyuges.

Ante cualquiera de las dos situaciones, los cónyuges pueden iniciar vidas independientes el uno del otro. No obstante, si han elegido separarse, no pueden volver a contraer matrimonio con otras personas porque siguen casados e incurrirían en bigamia. Para contraer matrimonio de nuevo deben estar divorciados.

Una pareja que se haya separado puede divorciarse después si así lo decide.

Causas comunes de la separación matrimonial

Mantener un matrimonio implica el compromiso de ambas partes, respeto, lealtad, fidelidad… Cuando falla alguno de estos aspectos comienzan los problemas y la pareja puede decidir poner fin a la unión, aún cuando pensaron que sería para toda la vida.

Algunas de las causas más comunes por las que ocurre la separación matrimonial incluyen:

  • Incompatibilidad de caracteres: hay una diferencia marcada entre las personalidades, intereses y valores de los cónyuges. En consecuencia, las discusiones son frecuentes y la relación termina desgastándose.
  • Problemas de comunicación: se refiere a la dificultad para escucharse, expresar sus sentimientos y mantener un diálogo sano con la otra persona.
  • Infidelidad: se rompe con el compromiso de la fidelidad cuando uno de los cónyuges mantiene una relación sentimental o sexual fuera del matrimonio sin el consentimiento del otro.
  • Problemas económicos: las situaciones de índole económica y del manejo de dinero pueden afectar la convivencia y provocar la ruptura del compromiso.

Estas situaciones se pueden presentar en cualquier pareja y afectar la relación al punto de provocar la ruptura. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, desde el punto de vista legal, ya no hace falta alegar ninguna causa para iniciar el procedimiento de separación.

Tipos de separación matrimonial

Separación de hecho

La separación de hecho es una modalidad en la que uno de los cónyuges o ambos deciden poner fin a la convivencia, pero no hay intervención judicial. Es decir, no hay una sentencia de separación y el ordenamiento jurídico no la reconoce. Por tanto, los efectos del matrimonio, como el régimen económico, siguen teniendo valor.

Separación judicial

En esta modalidad sí existe una sentencia judicial que suspende el matrimonio. Para separarse por vía judicial debe existir una demanda, la cual pueden presentar ambos cónyuges o uno de ellos, con o sin el consentimiento del otro.

Cuando los dos cónyuges están de acuerdo con la separación, el proceso es más rápido. Se debe redactar un convenio regulador que ratificarán luego ante el juzgado competente.

La separación contenciosa es más compleja y puede tomar más tiempo. Esta ocurre cuando uno de los cónyuges presenta la demanda sin el consentimiento del otro. El juez dictará la sentencia y decidirá las medidas que regirán la separación.

proceso de separacion matrimonial

Proceso de tramitación de la separación matrimonial

Consulta con un abogado especializado en derecho familiar

El proceso depende de la modalidad en la que se lleve a cabo la separación matrimonial. Tanto la tramitación como los efectos de esta situación jurídica pueden ser complejos. Por ello es conveniente buscar la asesoría de un abogado matrimonialista de Valladolid que te guíe durante el proceso.

Presentación de la demanda de separación

Si la separación es de mutuo acuerdo, la demanda y el convenio regulador se pueden presentar ante el notario o el secretario judicial. De esta manera evitan tener que ir a un juicio.

En el caso de que sea una separación contenciosa, entonces sí habrá juicio. Uno de los dos cónyuges debe presentar la demanda ante el tribunal con la propuesta de convenio. Luego, debe esperar que el otro responda a la demanda en un lapso de 20 días.

Cuando esto ocurra, ambos serán citados por el juez, quien evaluará las pruebas que se presenten y dictará la sentencia.

Cabe destacar que, siempre que haya hijos menores de edad o con capacidad modificada, la separación debe realizarse ante el juzgado. El juez tomará las decisiones sobre el convenio regulador, de acuerdo a lo que más le convenga a los hijos.

En la sentencia se especificarán detalles sobre el cuidado de los hijos, uso de la vivienda familiar, pensión compensatoria o de alimentos, entre otros aspectos.

Efectos legales de la separación matrimonial

Respecto a los hijos

Si la pareja tiene hijos menores de edad, ambos deben decidir aspectos como la custodia, régimen de visitas y la pensión de alimentos. De no llegar a un acuerdo, será un juez quien lo decida, dándole prioridad siempre al bienestar de los menores.

Respecto a los bienes y las deudas

Con la separación también se liquida el régimen económico de separación de bienes. Lo que quiere decir que se realiza la separación de bienes tal como en el divorcio y cada uno de los cónyuges comienza a manejar su patrimonio.

Otro efecto económico es que los cónyuges pierden los derechos hereditarios que habían adquirido con el matrimonio. Por último, se establece una pensión compensatoria si hay un desequilibrio económico entre ambos.

Respecto a la vivienda familiar

El uso de la vivienda familiar en caso de separación le corresponde, en principio, al propietario titular, al menos que lo acuerden de otra manera y si no hay hijos.

Cuando hay hijos menores y no se logra un acuerdo entre los cónyuges, el uso de la vivienda corresponde a quien tiene la custodia.

Otra situación que puede afectar el uso de la vivienda es que ambos progenitores tengan la custodia de un hijo. Ante este y otros casos, la actuación del juez es determinante.

Conclusión

La separación matrimonial implica el fin de la convivencia, se puede entender como una situación a medio camino entre el matrimonio y el divorcio.

Los efectos de la separación matrimonial pueden llegar a ser complejos. Si estás atravesando una situación de este tipo, lo más conveniente es que consultes con un abogado de familia. De esta manera, se pueden evitar futuros conflictos.